CONOCE LA MONARCA

La mariposa Monarca es uno de los insectos más fascinantes del mundo, para estos coleópteros cada parte de los más de 4000 kilómetros que recorre, desde que sale de las Montañas Rocallosas en Canadá y Estados Unidos hasta que llega a los bosques del centro de México, es una aventura.

A través de este largo viaje, las Monarca se enfrentan con diversos problemas que van desde los depredadores naturales, la tala inmoderada de santuarios, escases de alimento y hasta el cambio climático.

Al salir de la zona de las Montañas Rocallosas y los grandes lagos de América del Norte, la mariposa pasa por los campos de cultivo de Estados Unidos donde se alimenta de algodoncillo. Esta planta es tóxica para el ganado, por lo que a partir de los años 70 comenzó a utilizarse herbicida para eliminarlo de los campos agrícolas.

La población de Monarcas se redujo en un 81 por ciento de 1999 a 2010, al darse cuenta de esta drástica caída empresas como Monsanto anunciaron compromisos con diversas organizaciones para ayudar a la mariposa. Las donaciones serán usadas para restaurar el hábitat a lo largo de la ruta, fomentar la educación, conservación e investigación de la Monarca y producir semillas y plantas de algodoncillo.

Mientras que en México, el problema no es la falta de alimento, si no la deforestación de su hábitat. La fundación Soy Monarca informó que de 1986 a 2006 se tiene registro que se perdieron más de 10 mil 500 hectáreas de bosque.

Otra de las amenazas que también es importante destacar son las condiciones climáticas. Entre el 2012 y 2013 se registró uno de los veranos más cálidos y secos de los últimos 117 años, por lo que se cree que la baja densidad de hibernación al año siguiente cayera drásticamente.

En México, varias fundaciones como WWF-México y Grupo de los Cien, así como los pobladores de la zona que viven del turismo que causa este fenómeno migratorio, trabajan con instituciones de gobierno para restaurar y conservar los Santuarios de las Monarca.

MAPA MIGRATORIO

Importancia

Además de su papel en el equilibrio medioambiental, la migración de las Monarca hacia los bosques y ejidos del Estado de México y Michoacán representa una derrama económica significativa para estos estados, siendo los meses de actividad de la monarca, los de mayor ingreso para sus habitantes.

Con esto en mente, secretarias de turismo local realizan inversiones millonarias para mejorar o, en algunos casos, generar la infraestructura turística necesaria para aumentar el número de visitantes y buscar turismo de mejor calidad y mayores ingresos

Tal es el caso del Ejido “El Rosario” en Ocampo, Michoacán. Que en 2015 invierte 10 millones de pesos en la construcción de la Zona Gastronómica y Artesanal, Santuario de la Mariposa Monarca. Con el objetivo de asegurar un tráfico constante de turistas que “lo ponga en el mapa” de visitas obligadas, no solo de la mariposa, sino también de amantes y curiosos de este fenómeno migratorio por igual.

Otro caso de éxito derivado de la vidita de estos insectos es el ahora pueblo mágico de Mineral de Angangueo, Michoacán, que a partir de recibir la denominación turística triplicó sus visitantes y recursos porque registra una derrama económica de 120 millones de pesos que cada año deja medio millón de turistas, de los cuales 20 por ciento provienen de 50 países, cuando antes de 2012, cuando obtuvo el título, sólo recibía 150 mil, asegura Benigno Salazar Martínez, presidente del comité Pueblo Mágico de ese municipio.

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Nevadas retrasarán migración de las monarcas

Las afectaciones a las colonias de mariposas serán mínimas y la temporada de visita en los  santuarios se extenderá hasta finales de mes David Segoviano Las nevadas de los últimos días en Michoacán tendrán una afectación mínima para las colonias de mariposas monarca en El Rosario, el santuario más grande de la mariposa monarca, ubicado en el municipio de Ocampo, Michoacán. “Está nevada la zona, pero afortunadamente este viernes es un día muy soleado y se está derritiendo rápidamente la nieve”, afirmó Homero Gómez, presidente del comisariado ejidal de El Rosario. Las nevadas provocaron temperaturas de -14 grados centígrados en la zona. Sin embargo, las colonias de mariposas están instaladas en un valle en el que están protegidas y en el que la temperatura se mantuvo en -6 grados, cuando pueden sobrevivir incluso a -15. Además, las mariposas quedaron posadas en los troncos, y muy pocas cayeron, por lo que se espera un bajo índice de mortandad, inferior a 2 por ciento. El especialista estimó que debido a estas nevadas la mariposa retrasará su migración, que se esperaba que comenzaría alrededor del 18 de marzo y se recorrerá hasta finales de mes. En lo que va de la temporada de hibernación 2015-2016, el santuario de El Rosario ha recibido 150 mil visitantes, un aumento de 100 por ciento respecto al año anterior, y Homero Gómez consideró que los fríos darán 15 días adicionales a la temporada de visita. Este sábado, el santuario reabrirá sus puertas al público. Gómez detalló que la migración depende del calor, para que los insectos maduren sexualmente, y los fríos atípicos para esta temporada evitaron también el movimiento, alimentación e hidratación. Este viernes las comunidades de mariposas comenzaron a moverse.   Daños forestales Homero Gómez informó que los fuertes vientos derribaron miles de árboles en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, pero afortunadamente el problema se dio en las periferias del santuario. Aseguró que los ejidatarios de la zona tienen en sus viveros 300 mil árboles listos para reforestar, y por cada uno derribado serán plantados 300, pero lamentó que hasta el momento no se haya recibido apoyo de las autoridades. De los árboles que serán plantados, 100 mil serán en la zona núcleo de la monarca y 200 mil en la zona de amortiguamiento.

Festival cultural en homenaje a la monarca

  15 municipios se unen para realizar actividades en la recta final de temporada de hibernación   La temporada de hibernación de la mariposa monarca en los santuarios del país vive sus últimos días y Michoacán está de fiesta con el tradicional Festival de la Mariposa Monarca, que vive su edición XXIV a manera de despedida. Los municipios de Angangueo, Áporo, Contepec, Hidalgo, Juárez, Maravatío, Ocampo, Senguio, Susupuato, Tiquicheo, Tlalpujahua, Tuxpan, Tuzantla, Tzitzio y Zitácuaro se sumaron a la fiesta que inició el pasado 26 de febrero y termina este 6 de marzo. El Festival se realiza tradicionalmente los dos últimos fines de semana de noviembre para dar la bienvenida a las colonias de este emblemático insecto lepidóptero. Sin embargo, complicaciones logísticas obligaron a mover las fechas de realización, lo que se vio compensado por una mayor difusión y alcance. Entre las actividades se destacan las conferencias en torno al fenómeno de la mariposa. Este viernes a las 11:00 horas en Angangueo, Rosalía Rodríguez encabeza la conferencia Ciclo de Vida de la Mariposa Monarca. En tanto, en Ocampo, donde se encuentra El Rosario, el santuario más grande, se realizará un foro ecológico, en el que el biólogo Eligio García, del Fondo Monarca, presentará la conferencia Relevancia Histórica, Cultural y Económica de la Mariposa Monarca, mientras que su colega Eduardo Rendón, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés, impartirá la charla Relevancia Ecológica, Científica y Social de la Mariposa Monarca.   Principales actividades (Programa completo:
https://goo.gl/ljyG51)  

Monsanto impulsa la conservación de la mariposa monarca

La empresa de soluciones agrícolas comprometió 4 mdd para la recuperación de su hábitat y trabaja de la mano de gobiernos, iniciativa privada y grupos ecologistas Eric S. Sachs vivió en los primeros días de 2016 una experiencia que calificó de “única en la vida”. Maestro en Botánica por la Universidad de California Davis, y doctor en genética por la Universidad de Texas A&M, Sachs es el vocero de la estrategia de sustentabilidad de Monsanto, que apoya proyectos de preservación de especies como la abeja y la mariposa monarca. Conoce la problemática que vive la mariposa, el deterioro de su hábitat, la disminución del algodoncillo del que se alimenta en su ruta de más de 4 mil kilómetros entre Canadá, Estados Unidos y México y, por tanto, el descenso en las colonias que hibernan en el Estado de México y Michoacán. Sin embargo, fue apenas en los primeros días del año que tuvo oportunidad de visitar por primera vez el santuario de El Rosario en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca. “Tenía conciencia de la mariposa al verla en mi jardín, pero jamás había experimentado un número tan enorme en un solo lugar, verlas todas agrupadas en un árbol me mostró lo increíble de esta especie. Es algo que sencillamente jamás podré olvidar. Para conservar esta especie hay que conservar el hábitat a lo largo de la ruta en Norteamérica, para que las mariposas vuelvan en grandes cantidades y nuestros hijos puedan vivir lo mismo”, comentó. La experiencia le da una nueva perspectiva sobre el trabajo que realiza con Monsanto para preservar el hábitat del insecto lepidóptero. En 2015, la firma especializada en el desarrollo de soluciones agrícolas comprometió 3.6 millones de dólares pare el Fondo de Conservación de la Mariposa Monarca de la National Fish and Wildlife Foundation (NFWF), y 400 mil dólares más para apoyar grupos de investigación de la mariposa. “Trabajamos con asociaciones público-privadas,  grupos de conservación y con investigadores en las universidades, y hemos financiado a la NFWF. Ellos implementan un programa anual para apoyar la expansión del hábitat de la mariposa monarca, y distribuyendo estos recursos para la producción de  de algodoncillo, la restauración del hábitat de esta especie, así como para ampliar los esfuerzos de difusión y educación sobre el tema”, señala. “Hemos aprovechado nuestra presencia en el sector agrícola al poder reunir a muchas partes interesadas, expertos en conservación, la comunidad de la mariposa, las agencias federales, otras compañías agrícolas que son parte de la cadena de suministro y todos nosotros estamos trabajando en conjunto, para comunicarle mejor a los productores cómo pueden ayudar a las mariposas. Esto es importante porque el primer paso es despertar la conciencia de poder sembrar más algodoncillo en el campo”, agrega. En este trabajo, Monsanto ha establecido sitios de polinización para la mariposa monarca a lo largo de los 10 estados que abarcan la ruta de migración de la especie en Estados Unidos, y capacita a los productores agrícolas para que entiendan lo que implica el hábitat y mejorarlo. En 2015, la NFWF realizó 22 proyectos financiados por Monsanto y por otros donadores para plantar más de 500 millones de semillas de algodoncillo y otras fuentes de néctar para apoyar la restauración de 33,000 acres de hábitat en áreas clave de la ruta migratoria en EU. Sachs confía en que el trabajo se replique y aumente en los próximos años y que la colaboración se amplíe en toda Norteamérica. “Hay un gran nivel de compromiso en los tres países. Deseamos colaborar más  con Canadá y México. Nuestro equipo en México está trabajando mano a mano de forma organizada para incrementar el hábitat y las fuentes de néctar para la mariposa monarca. En Canadá nuestro enfoque está en la investigación”, detalla. El trabajo de campo se complementa con un esfuerzo de comunicación. Monsanto realiza presentaciones y reparte semillas en zonas urbanas y suburbanas para impulsar la producción del algodoncillo con el que se alimenta la monarca en jardines, escuelas y hasta centros de trabajo. El reto, reconoce Sachs, es de largo plazo. “Existe una necesidad enorme de aumentar el hábitat, no se va a resolver en un año ni dos, ni en 5 años, esto va a ser un esfuerzo a largo plazo, y va a requerir un cambio en la forma en que nosotros equilibramos la producción agrícola con la conservación del entorno. Ese es el enfoque de Monsanto, somos una compañía de agricultura sustentable, es decir, desarrollamos tecnología y nuevos enfoques para aumentar la eficiencia de  la agricultura y tener una mayor productividad, con un menor impacto en la tierra lo que hace posible que la conservación coexista conjuntamente con la agricultura”, afirma.   Colaborando con otros Philip Miller, líder global de Asuntos Regulatorios y de Gobierno de Monsanto, vivió junto con Sachs la visita a los santuarios de la mariposa monarca. “Es una experiencia única, y mi deseo es que todo el mundo tenga la oportunidad de vivirla”, resume. Monsanto ha estado trabajando en conjunto con expertos en la mariposa monarca, grupos ecologistas y gobiernos, para restaurar el hábitat y ayudar a la recuperación de la especie. La firma forma parte de un grupo integrado por asociaciones públicas y privadas, que participan en la iniciativa Keystome Policy Center Monarch Butterfly Collaborative. Dicha iniciativa tiene el objetivo de reunir a expertos e interesados en la mariposa monarca, para seguir impulsando los programas de restauración del hábitat. Desde su arranque en 2015, esta iniciativa ha conseguido dirigir esfuerzos hacia el desarrollo de estrategias para promover e implementar acciones para apoyar a las monarcas en su tránsito por campos agrícolas. “La agricultura y esfuerzos de conservación, pueden coexistir”, agrega Miller. Los productores y el sector agrícola son esenciales para restaurar el hábitat de la mariposa y ayudar en su recuperación. Tras haber experimentado la cercanía de las mariposas, ambos directivos se dicen orgullosos de colaborar en la recuperación de la mariposa viajera. Sachs afirma que hoy tiene más clara la necesidad de conservarla. “Sencillamente porque todos aman a la mariposa monarca, desde los niños hasta los adultos, la mariposa captura nuestra imaginación, atrapa nuestros corazones. La experiencia de ver sus sitios de hibernación en El Rosario es increíblemente maravillosa, así que queda claro que esta hermosa especie debe ser apoyada para que pueda reproducirse a un nivel tal que todo el mundo pueda disfrutar de esta increíble migración en el futuro”.

Utilizan técnica japonesa para reforestar los santuarios de la mariposa monarca.

Investigadores devuelven a los suelos los nutrientes que perdieron por el uso agrícola David Segoviano Los trabajos de reforestación en zonas dañadas de la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca no siempre dan el resultado esperado por falta de una planeación adecuada. En ocasiones hay una baja supervivencia porque los árboles son plantados después de la época de lluvia y no reciben el agua necesaria o porque la tierra no tiene los nutrientes que requieren para su desarrollo. Jorge Jaramillo, ingeniero agropecuario y doctor en biología, trabaja desde 2010 con otros investigadores en un plan de reforestación en la región michoacana de la Biósfera, con un programa de abonos orgánicos que ayudan a recuperar la tierra que tuvo un uso agrícola y que fue abandonada cuando dejó de ser productiva. El equipo utiliza una técnica japonesa llamada bokashi, por la cual se puede fermentar la materia orgánica con la ayuda de levadura, que acelera el proceso de descomposición, y de 15 a 20 días está listo el abono para aplicarlo en el campo, en cualquier condición. “Lo bonito de este abono es que puede producirse con cualquier desecho orgánico de la región, sean restos de algún cultivo, estiércol de ganado e incluso estamos haciendo pruebas para utilizar los biosólidos de las plantas de tratamiento de aguas residuales”, explicó. A través del financiamiento de la Monarch Butterfly Fund de Estados Unidos, la asociación civil Alternare, que trabaja en Michoacán desde 1998, implementa este programa en conjunto con el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental y el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad Campus Morelia, ambos de la UNAM. El trabajo se realiza actualmente en; sin embargo, el especialista señala que puede replicarse no solo en el territorio mexiquense de la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, sino en otras entidades donde se presente la misma problemática en la tierra. En la zona de los santuarios de la mariposa monarca, este trabajo es vital. Jaramillo destacó que las mariposas monarca son un indicador de cómo estamos protegiendo el ecosistema, que además de albergar a estos insectos durante su época de hibernación, proveen muchos servicios ecosistémicos a mucha gente, incluidos los habitantes de la Ciudad de México. “Esos bosques, nutren muchos de los mantos acuíferos que utiliza el Sistema Cutzamala, entonces es muy importante su conservación. Es una situación de ganar-ganar”, detalló.   Trabajo delimitado Jaramillo destacó que el uso de suelo está ya delimitado en la región de los santuarios de la mariposa monarca, entre tierras agrícolas y zona forestal. El trabajo que hace este equipo de investigadores es de reforestación; sin embargo, no descartó que el rescate de suelos pueda enfocarse también en la producción agrícola. “Las personas necesitan alimentarse y ahorita hay una importante alternativa económica, que son las huertas de aguacate, y este mismo abono podría utilizarse para que esas mismas zonas que ya fueron desmontados y abandonados los vuelvan más productivos con algo que les reditúe más dinero, pero lo importante es que lo que tenga aptitud forestal se pueda conservar”, afirmó. La labor que realiza este equipo de investigadores se enfoca principalmente a zonas donde el suelo está muy deteriorado y falto de nutrientes. En muchas ocasiones se trata de tierras que en un principio fueron bosques, pero luego fueron utilizadas para trabajo agrícola y finalmente, cuando perdieron su valor productivo, fueron abandonadas. “Cuando está muy mal el suelo vale la pena ayudarlo con estos abonos orgánicos y hacer que esté más receptivo para cualquier planta que se ponga ahí. Generalmente la gente que hace la reforestación no ve un beneficio a corto plazo, pero en este caso, como el abono funciona muy bien, los árboles crecen un poco más rápido y la gente se va motivando para hacer estas reforestaciones”, comentó. Explicó que este programa también trae beneficios a las comunidades. El error en algunos programas de reforestación era que se pagaba la participación por unidad plantada, y las personas de la región buscaban alcanzar el mayor número de árboles para obtener una remuneración, pero no se veía reflejado un beneficio para la comunidad. Hoy, se realiza una compensación por el trabajo realizado, pero se hace un pago en especie, y una asamblea de la comunidad decide qué hacer con esos recursos, como comprar materiales de construcción, instrumentos o artículos deportivos para una escuela, o cualquier necesidad que se pueda satisfacer en grupo.