Monsanto impulsa la conservación de la mariposa monarca

La empresa de soluciones agrícolas comprometió 4 mdd para la recuperación de su hábitat y trabaja de la mano de gobiernos, iniciativa privada y grupos ecologistas

Eric S. Sachs vivió en los primeros días de 2016 una experiencia que calificó de “única en la vida”. Maestro en Botánica por la Universidad de California Davis, y doctor en genética por la Universidad de Texas A&M, Sachs es el vocero de la estrategia de sustentabilidad de Monsanto, que apoya proyectos de preservación de especies como la abeja y la mariposa monarca.

Conoce la problemática que vive la mariposa, el deterioro de su hábitat, la disminución del algodoncillo del que se alimenta en su ruta de más de 4 mil kilómetros entre Canadá, Estados Unidos y México y, por tanto, el descenso en las colonias que hibernan en el Estado de México y Michoacán. Sin embargo, fue apenas en los primeros días del año que tuvo oportunidad de visitar por primera vez el santuario de El Rosario en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.

“Tenía conciencia de la mariposa al verla en mi jardín, pero jamás había experimentado un número tan enorme en un solo lugar, verlas todas agrupadas en un árbol me mostró lo increíble de esta especie. Es algo que sencillamente jamás podré olvidar. Para conservar esta especie hay que conservar el hábitat a lo largo de la ruta en Norteamérica, para que las mariposas vuelvan en grandes cantidades y nuestros hijos puedan vivir lo mismo”, comentó.

La experiencia le da una nueva perspectiva sobre el trabajo que realiza con Monsanto para preservar el hábitat del insecto lepidóptero. En 2015, la firma especializada en el desarrollo de soluciones agrícolas comprometió 3.6 millones de dólares pare el Fondo de Conservación de la Mariposa Monarca de la National Fish and Wildlife Foundation (NFWF), y 400 mil dólares más para apoyar grupos de investigación de la mariposa.

“Trabajamos con asociaciones público-privadas,  grupos de conservación y con investigadores en las universidades, y hemos financiado a la NFWF. Ellos implementan un programa anual para apoyar la expansión del hábitat de la mariposa monarca, y distribuyendo estos recursos para la producción de  de algodoncillo, la restauración del hábitat de esta especie, así como para ampliar los esfuerzos de difusión y educación sobre el tema”, señala.

“Hemos aprovechado nuestra presencia en el sector agrícola al poder reunir a muchas partes interesadas, expertos en conservación, la comunidad de la mariposa, las agencias federales, otras compañías agrícolas que son parte de la cadena de suministro y todos nosotros estamos trabajando en conjunto, para comunicarle mejor a los productores cómo pueden ayudar a las mariposas. Esto es importante porque el primer paso es despertar la conciencia de poder sembrar más algodoncillo en el campo”, agrega.

En este trabajo, Monsanto ha establecido sitios de polinización para la mariposa monarca a lo largo de los 10 estados que abarcan la ruta de migración de la especie en Estados Unidos, y capacita a los productores agrícolas para que entiendan lo que implica el hábitat y mejorarlo.

En 2015, la NFWF realizó 22 proyectos financiados por Monsanto y por otros donadores para plantar más de 500 millones de semillas de algodoncillo y otras fuentes de néctar para apoyar la restauración de 33,000 acres de hábitat en áreas clave de la ruta migratoria en EU. Sachs confía en que el trabajo se replique y aumente en los próximos años y que la colaboración se amplíe en toda Norteamérica.

“Hay un gran nivel de compromiso en los tres países. Deseamos colaborar más  con Canadá y México. Nuestro equipo en México está trabajando mano a mano de forma organizada para incrementar el hábitat y las fuentes de néctar para la mariposa monarca. En Canadá nuestro enfoque está en la investigación”, detalla.

El trabajo de campo se complementa con un esfuerzo de comunicación. Monsanto realiza presentaciones y reparte semillas en zonas urbanas y suburbanas para impulsar la producción del algodoncillo con el que se alimenta la monarca en jardines, escuelas y hasta centros de trabajo. El reto, reconoce Sachs, es de largo plazo.

“Existe una necesidad enorme de aumentar el hábitat, no se va a resolver en un año ni dos, ni en 5 años, esto va a ser un esfuerzo a largo plazo, y va a requerir un cambio en la forma en que nosotros equilibramos la producción agrícola con la conservación del entorno. Ese es el enfoque de Monsanto, somos una compañía de agricultura sustentable, es decir, desarrollamos tecnología y nuevos enfoques para aumentar la eficiencia de  la agricultura y tener una mayor productividad, con un menor impacto en la tierra lo que hace posible que la conservación coexista conjuntamente con la agricultura”, afirma.

 

Colaborando con otros

Philip Miller, líder global de Asuntos Regulatorios y de Gobierno de Monsanto, vivió junto con Sachs la visita a los santuarios de la mariposa monarca. “Es una experiencia única, y mi deseo es que todo el mundo tenga la oportunidad de vivirla”, resume.

Monsanto ha estado trabajando en conjunto con expertos en la mariposa monarca, grupos ecologistas y gobiernos, para restaurar el hábitat y ayudar a la recuperación de la especie. La firma forma parte de un grupo integrado por asociaciones públicas y privadas, que participan en la iniciativa Keystome Policy Center Monarch Butterfly Collaborative. Dicha iniciativa tiene el objetivo de reunir a expertos e interesados en la mariposa monarca, para seguir impulsando los programas de restauración del hábitat.

Desde su arranque en 2015, esta iniciativa ha conseguido dirigir esfuerzos hacia el desarrollo de estrategias para promover e implementar acciones para apoyar a las monarcas en su tránsito por campos agrícolas.

“La agricultura y esfuerzos de conservación, pueden coexistir”, agrega Miller.

Los productores y el sector agrícola son esenciales para restaurar el hábitat de la mariposa y ayudar en su recuperación.

Tras haber experimentado la cercanía de las mariposas, ambos directivos se dicen orgullosos de colaborar en la recuperación de la mariposa viajera. Sachs afirma que hoy tiene más clara la necesidad de conservarla.

“Sencillamente porque todos aman a la mariposa monarca, desde los niños hasta los adultos, la mariposa captura nuestra imaginación, atrapa nuestros corazones. La experiencia de ver sus sitios de hibernación en El Rosario es increíblemente maravillosa, así que queda claro que esta hermosa especie debe ser apoyada para que pueda reproducirse a un nivel tal que todo el mundo pueda disfrutar de esta increíble migración en el futuro”.